(Väfversunda, Suecia, 1779-Estocolmo, 1848) Químico sueco. Huérfano a temprana edad, fue criado por unos parientes que constataron ya en sus días escolares su interés por la ciencia, en especial por la medicina, disciplina en la que se licenció en 1802 por la Universidad de Uppsala. Su profesor de química, J. Afzelius, ejerció una notable influencia en él y despertó su interés por las lecturas y los experimentos químicos.
En 1806 entró a formar parte del cuerpo docente de la Academia de Guerra de Karlberg como profesor de química. En 1807 se hizo cargo de la cátedra de medicina y farmacología de Estocolmo, cuya partida presupuestaria se vio incrementada por la gran necesidad que el estado tenía de cirujanos militares con destino al frente en sus confrontaciones con Francia (1805-1809 y 1812-1814), lo que le proporcionó cierta libertad para elaborar sus investigaciones. En 1808 entró a formar parte de la Academia Sueca de Ciencias, de la que fue elegido secretario a perpetuidad en 1818.
En 1815 fue nombrado catedrático de química del instituto médico quirúrgico Karolinska de Estocolmo. Desde el año 1832 vivió inmerso únicamente en sus investigaciones. En 1835 contrajo nupcias, a los cincuenta y seis años de edad, con una joven de veinticuatro. Durante la ceremonia Carlos XIV, rey de Suecia y Noruega, le concedió el título de barón.
Berzelius fue una personalidad única en el campo de la química. Sus investigaciones e ideas condicionaron los trabajos en este campo durante casi todo el siglo XIX y su influencia llega hasta la actualidad. Sus publicaciones, traducidas a casi todas las lenguas del mundo occidental, le procuraron un verdadero ejército de discípulos que consiguieron hacer de la química la disciplina científica con más rápido desarrollo en el siglo XIX.
Su primer texto versó acerca de un análisis del agua: Nova analysis aquarum Medeviensium (1800). Poco después, y a consecuencia del descubrimiento de Volta, se ocupó de los efectos químicos de la corriente eléctrica, y, en Ensayo sobre el galvanismo (1802) demostró por vez primera la acción de los electrodos en los ácidos y las bases. Tales trabajos marcan el principio de la electroquímica.
Trabajador incansable, en un período de diez años estudió alrededor de dos mil compuestos químicos. Tomando el oxígeno como base de referencia (100) determinó el peso atómico de los demás elementos; los resultados fueron publicados en 1818 en una tabla de pesos atómicos de 42 elementos. Su gran actividad de analizador continuó sin interrupción: descubridor de los elementos cerio (1803), selenio (1817) y torio (1828), también consiguió aislar el silicio (1823), el circonio (1824), el titanio (1825) y hasta diez nuevos elementos.
0 comentarios:
Publicar un comentario